Son comunes las caídas durante el montaje de los encofrados
tradicionales formados por maderas escuadradas y tableros,
debido a que, a menudo, se desprecian las necesarias barandillas
y rodapiés para las plataformas de trabajo que se han de utilizar
sólo durante cortos períodos de tiempo. Actualmente, para
acelerar el montaje de los encofrados se utilizan estructuras de
soporte de acero, pero en estos casos tampoco se instalan las
barandillas y rodapiés de que están provistos, con el pretexto de
que sólo se necesitan durante un tiempo muy corto.
Los paneles para encofrados en madera contrachapada, cuyo
empleo se extiende cada vez más, ofrecen la ventaja de montarse
fácil y rápidamente. Sin embargo, después de varios usos, con
frecuencia se utilizan de manera inadecuada como plataformas
para andamios improvisados a toda prisa, y generalmente se
olvida que las distancias entre los travesaños de apoyo deberían
reducirse considerablemente en comparación con los tablones
normales.
Los accidentes producidos por rotura de paneles de
encofrado utilizados de forma inadecuada como plataformas de
andamio, siguen siendo bastante frecuentes.
Cuando se utilicen elementos de encofrado prefabricados,
deberán tenerse en mente dos riesgos fundamentales. Estos
elementos se deben almacenar de modo que no puedan volcarse.
Además, como no siempre es posible almacenar horizontalmente
los elementos de encofrado, éstos deberán asegurarse por
medio de puntales. Los elementos de encofrado equipados
permanentemente con plataformas, barandillas y rodapiés facilitan
su sujeción por eslingas al gancho de la grúa, además de su
montaje y desmontaje sobre la estructura que se está construyendo.
Estas plataformas constituyen un lugar de trabajo seguro
para el personal y eliminan la necesidad de disponer de plataformas
de trabajo para el vertido de hormigón. Para que el
acceso a las plataformas sea más seguro podrán añadirse escaleras
fijas.
En particular, en caso de encofrados deslizantes o
trepantes, deberán usarse andamios y plataformas de trabajo
con barandillas y rodapiés permanentemente fijados a los
elementos de encofrado.
La experiencia muestra que prácticamente no se producen
accidentes debidos a caídas cuando no se tienen que improvisar
o montar rápidamente las plataformas de trabajo.
Desgraciadamente, los elementos de encofrado equipados
con barandilla no se pueden emplear en todas partes, y, en
particular, en la construcción de edificios pequeños de tipo
residencial.
Al trasladar los elementos del encofrado desde el lugar de
almacenamiento a la estructura, deberán utilizarse aparejos de izado, como eslingas y separadores, de tamaño y resistencia
adecuados.
Cuando el ángulo de las ramas de la eslinga sea
demasiado grande, las piezas de encofrado deberán manejarse
con ayuda de separadores.
Los trabajadores que limpian los encofrados están expuestos a
un riesgo para la salud que generalmente no se tiene en cuenta:
el empleo de muelas portátiles para quitar los residuos de
hormigón adheridos a la superficie del encofrado. Los análisis
del polvo que se desprende durante este esmerilado han
mostrado que contiene un alto porcentaje de partículas respirables
y de sílice. Por tanto, deberán tomarse medidas para
controlar el polvo (p. ej., muelas portátiles con dispositivos
extractores acoplados a una unidad filtrante o un taller cerrado
para la limpieza de tableros de encofrado con ventilación a base
de extractores).
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