Los encofrados han seguido un desarrollo técnico que ha sido
posible gracias a la disponibilidad de grúas torre mayores,
dotadas de plumas más largas y de mayor capacidad, no siendo
ya necesario construir los encofrados “in situ”.
Existen encofrados prefabricados de hasta 25 m2, especialmente
para la construcción de estructuras verticales, tales como
fachadas y paredes divisorias de grandes edificios residenciales e
industriales.
Estos elementos de encofrado tienen una armadura
de acero, están prefabricados en un taller a pie de obra o en una
industria especializada, y están forrados de chapa metálica o
paneles de madera. Estos elementos se manejan por medio de
una grúa y se retiran después de que el hormigón haya
fraguado. Según el método de construcción que se siga, los
paneles de encofrado prefabricado se bajan al suelo para
limpiarlos o se llevan a la siguiente sección de muro preparada
para el hormigonado.
Las denominadas mesas de encofrado se emplean para construir
estructuras horizontales (p. ej., forjados de suelo para
grandes edificios). Estas mesas están formadas por varios
elementos estructurales de acero y se pueden ensamblar para
formar suelos de distinta superficies.
La parte superior de la
mesa (es decir, el encofrado del forjado propiamente dicho),
se hace descender, una vez fraguado el hormigón, por medio de
gatos mecánicos o hidráulicos. Para colocar las mesas, llevarlas
al piso siguiente y situarlas en posición se han ideado útiles especiales
en forma de pico de ave.
Los encofrados deslizantes o trepantes se emplean para construir
torres, silos, pilares de puente y estructuras altas similares.
En estos casos se prepara “in situ” un único elemento de encofrado;
su sección transversal es igual a la de la estructura a construir
y su altura puede variar entre 2 y 4 metros. Las superficies
del encofrado en contacto con el hormigón están revestidas de
chapas de acero y el conjunto del elemento va unido a unos
dispositivos de izado mediante gatos. Como guías de izado se
utilizan barras de acero verticales ancladas en el hormigón.
El encofrado deslizante es empujado hacia arriba por los gatos,
a medida que el hormigón va fraguando, y la colocación
de la armadura y el hormigonado prosiguen sin interrupción.
Esto significa que el trabajo debe proseguir, día y noche,
sin interrupción.
Los encofrados trepantes se diferencian de los deslizantes en
que van anclados al hormigón por medio de pasadores roscados.
Tan pronto como el hormigón vertido fragua hasta alcanzar la
resistencia requerida, se retiran los anclajes roscados, se sube el
encofrado a la siguiente altura a hormigonar, se ancla y se
prepara para el vertido de hormigón.
Los llamados carros de encofrado se emplean frecuentemente
en obra civil, en particular para construir tableros de puentes. El
carro de encofrado sustituye a las muy complicadas cimbras,
especialmente al construir puentes o viaductos de una longitud
considerable. Los encofrados del tablero del puente correspondientes
a la longitud de un tramo se montan sobre una armadura
de acero, de forma que los distintos elementos del
encofrado se pueden colocar en posición por medio de gatos y
desmontarse lateralmente o hacia abajo cuando el hormigón
haya fraguado. Una vez terminado el tramo se hace avanzar la
estructura de soporte una longitud igual a la de un tramo, se vuelven a fijar los elementos de encofrado en posición y se
hormigona el siguiente tramo.
Cuando se construye un puente utilizando la técnica llamada
en voladizo, la estructura de soporte del encofrado es mucho
más corta que la que se acaba de mencionar. Esta no se apoya
sobre el pilar siguiente del puente, sino que debe anclarse en
voladizo. Esta técnica, que se emplea generalmente para puentes
muy altos, a menudo utiliza dos estructuras de este tipo, las
cuales avanzan por etapas desde los pilares situados a ambos
lados del vano.
El hormigón pretensado se emplea principalmente en la construcción
de puentes, pero también en la construcción de estructuras
de edificios de diseño especial. Los cordones formados por
cables de acero en vainas de chapa de acero o de plástico se
dejan embebidos en el hormigón al mismo tiempo que las armaduras
de refuerzo. Los extremos de los cordones o tendones
están provistos de placas de tesado, de modo que los elementos
de hormigón pretensado puedan ser tensados con la ayuda de
gatos hidráulicos antes de aplicar las cargas sobre ellos.
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