Al igual que en otros trabajos, los riesgos de los trabajadores de la
construcción suelen ser de cuatro clases: químicos, físicos, biológicos
y sociales.
Riesgos químicos
A menudo, los riesgos químicos se transmiten por el aire y
pueden presentarse en forma de polvos, humos, nieblas, vapores
o gases; siendo así, la exposición suele producirse por inhalación,
aunque ciertos riesgos portados por el aire pueden fijarse y ser
absorbidos a través de la piel indemne (p. ej., pesticidas y algunos
disolventes orgánicos). Los riesgos químicos también se presentan
en estado líquido o semilíquido (p. ej., pegamentos o adhesivos,
alquitrán) o en forma de polvo (cemento seco). El contacto de la
piel con las sustancias químicas en este estado puede producirse
adicionalmente a la posible inhalación del vapor, dando lugar a
una intoxicación sistémica o una dermatitis por contacto. Las
sustancias químicas también pueden ingerirse con los alimentos o
con el agua, o pueden ser inhaladas al fumar.
Varias enfermedades se han asociado a los oficios de la construcción,
entre ellas:
• silicosis entre los aplicadores del chorros de arena, excavadores
en túneles y barreneros
• asbestosis (y otras enfermedades causadas por el amianto) entre
los aplicadores de aislamientos con amianto, instaladores de
sistemas de vapor, trabajadores de demolición de edificios y
otros.
• bronquitis entre los soldadores
• alergias cutáneas entre los albañiles y otros que trabajan con
cemento
• trastornos neurológicos entre los pintores y otros oficios
expuestos a los disolventes orgánicos y al plomo.
Se han encontrado tasas de mortalidad elevadas por cáncer
de pulmón y del aparato respiratorio entre los manipuladores de
aislamientos con amianto, los techadores, los soldadores y
algunos trabajadores de la madera.
La intoxicación por plomo
se produce entre los restauradores de puentes y los pintores, y la
fatiga por calor (debido al uso de trajes de protección de cuerpo
entero) entre los que limpian los vertederos de basuras y los
techadores. La enfermedad de los dedos blancos (síndrome de
Raynaud) aparece entre algunos operadores de martillos neumáticos
y otros trabajadores que manejan perforadoras que
producen vibraciones (p. ej., las perforadoras usadas en la excavación
de túneles).
El alcoholismo y otras enfermedades relacionadas con el
alcohol son más frecuentes de lo que cabría esperar entre los
trabajadores de la construcción. No se han identificado causas
laborales específicas, pero es posible que ello guarde relación
con el estrés originado por la falta de control sobre las posibilidades
de empleo, las fuertes exigencias del trabajo, o el aislamiento
social debido a unas relaciones laborales inestables.
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