sábado, 30 de noviembre de 2013

GESTION DE CALIDAD Y PREVENCION INTEGRADAS - I

Mejora de la salud y seguridad en el trabajo 

Las empresas de construcción adoptan cada vez más los sistemas de gestión de calidad estipulados por la Organización Internacional de Normalización (ISO), como las series ISO 9000 y las normas subsiguientes basadas en ellas. 
Aunque en este conjunto de normas no se especifican recomendaciones referentes a la salud y seguridad en el trabajo, existen razones convincentes para la inclusión de medidas preventivas, al poner en práctica un sistema de gestión como el requerido por la ISO 9000. Las normas de salud y seguridad en el trabajo se redactan, se ponen en práctica y se adaptan continuamente al progreso tecnológico, así como a las nuevas técnicas de seguridad y a los avances de la medicina del trabajo. Sin embargo, con demasiada frecuencia, se soslayan, bien deliberadamente, bien por ignorancia. Cuando esto sucede, los modelos de gestión de seguridad, tales como las series ISO 9000, ayudan a integrar en la gestión la estructura y el contenido de las medidas de prevención. 
Las ventajas de este enfoque integral son obvias. La gestión integrada significa que la normativa de salud y seguridad ya no se considerará de un modo aislado, sino que adquieren importancia en los capítulos correspondientes del manual de gestión de la calidad, así como en las instrucciones del proceso y del trabajo, creando de este modo un sistema totalmente integrado. Este enfoque integral puede aumentar las posibilidades de que las medidas de prevención de accidentes reciban una mayor atención en la práctica diaria y, por tanto, reducir el número de accidentes y lesiones en el centro de trabajo. La difusión de un manual que integre los procedimientos de salud y seguridad en el trabajo en los procesos que describe es crucial a estos efectos. Los nuevos métodos de gestión están encaminados a acercar al personal al centro de los procesos. 
Los trabajadores que colaboran en ellos se implican de un modo más activo. La información, la comunicación y la cooperación se promueven traspasando las barreras jerárquicas. La reducción de las bajas por enfermedad o por accidentes en el centro de trabajo favorece la puesta en práctica de los principios de gestión de la calidad en la construcción. Con el desarrollo de nuevos métodos y equipos de construcción, las exigencias de seguridad aumentan de modo continuo. La creciente preocupación por la protección del medio ambiente hace que el problema sea aún más complejo. Es difícil hacer frente a las exigencias de la prevención moderna sin unas normas adecuadas y una articulación centralizada del proceso y de las instrucciones de trabajo. De ahí que en el sistema de gestión de calidad figure por escrito una clara definición de las responsabilidades y una coordinación efectiva del plan de prevención.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Resumen

El sector de la construcción se enfrenta a unas condiciones muy distintas de las de una industria fija. Estas condiciones deben tenerse en cuenta al considerar las estrategias de control y pueden ayudar a explicar la razón de que las cosas se hagan de un modo diferente en este sector. Las soluciones desarrolladas con los datos suministrados tanto por los trabajadores como por la dirección que conocen las condiciones y la manera de tratarlas con efectividad, ofrecen la mejor oportunidad para mejorar la salud y seguridad.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Carácter dinámico de la construcción

Los centros de trabajo de la construcción son, en muchos aspectos, totalmente distintos de los de las industrias fijas. No sólo son diferentes, sino que cambian constantemente. Al contrario que una fábrica que funciona en un sitio determinado día tras día, con la misma maquinaria, los mismos trabajadores, los mismos procesos y, generalmente, las mismas condiciones, los proyectos de construcción se desarrollan y cambian de un día para otro. Se levantan paredes, llegan nuevos trabajadores de distintos oficios, las empresas cambian cuando se terminan los trabajos asignados, y casi todos los proyectos se ven afectados, en algún grado, por los cambios climáticos. 
Cuando se termina un proyecto, los trabajadores y las empresas se marchan a otras obras para empezar de nuevo. Esto nos indica el carácter dinámico del sector. Algunos patronos trabajan en varias ciudades, provincias, regiones o incluso países diferentes. Del mismo modo, muchos trabajadores especializados se trasladan con el trabajo. Estos factores influyen en muchos aspectos de la salud y seguridad, incluyendo las indemnizaciones a los trabajadores, las normas de salud y seguridad, la cuantificación del rendimiento y la formación.

Relaciones intersindicales

La estructura sindical es reflejo de las especializaciones de los contratistas dentro del sector. En un proyecto típico de construcción, en un momento dado, cinco o más oficios pueden coincidir en la obra. Ello implica muchos problemas análogos a los creados por la existencia de varios patronos. No sólo hay que atender a intereses encontrados, sino que los canales de autoridad y comunicación se complican y, a veces, se rarifican en comparación con un centro de trabajo con una sola empresa y un solo sindicato. 
Ello influye en muchos aspectos de la salud y la seguridad. Por ejemplo, ¿Qué trabajador o sindicato representará a todos los trabajadores del proyecto si la norma exige el nombramiento de un representante de salud y seguridad? ¿Quién ha de recibir formación, quién la impartirá y sobre qué materia? En el caso de rehabilitación y reincorporación de los trabajadores lesionados, las opciones son mucho más limitadas para los trabajadores cualificados de la construcción que para sus homólogos de las industrias fijas. Por ejemplo, un obrero lesionado en una fábrica puede incorporarse a cualquier otro trabajo, sin necesidad de traspasar importantes barreras jurisdiccionales entre dos sindicatos, porque lo habitual es que en la fábrica haya un solo sindicato. En la construcción, cada sindicato tiene una jurisdicción claramente definida sobre el tipo de trabajo que sus miembros pueden efectuar. Esto limita en gran manera las opciones de los trabajadores lesionados que no están capacitados para los cometidos que realizaban antes de sus lesiones, pero que, a pesar de ello, podrían realizar otros trabajos en el mismo centro de trabajo. 
De vez en cuando se suscitan disputas jurisdiccionales acerca de qué sindicato debe realizar ciertos tipos de tareas que tienen connotaciones de salud y seguridad. Entre éstas cabe incluir el montaje de andamios, el manejo de grúas con pluma sobre camión, la retirada de amianto y el estibado. Es preciso que las normas en estos sectores tengan en cuenta las incumbencias jurisdiccionales, en especial en lo relativo a autorizaciones y formación.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Relaciones empresa-trabajador

Las distintas empresas en un proyecto determinado pueden tener con sus empleados unas relaciones algo distintas de la que es común en los centros de trabajo industriales fijos. Por ejemplo, los trabajadores sindicados en una fábrica tienden a pertenecer a un sólo sindicato. 
Si la empresa necesita más operarios, les entrevista y contrata, los nuevos empleados se hacen miembros de este sindicato. Si hay antiguos trabajadores sindicados en paro, vuelven a ser readmitidos de acuerdo con su antigüedad. En la parte sindicada del sector de la construcción se aplica un sistema totalmente diferente. Las empresas constituyen asociaciones colectivas que luego negocian convenios con los sindicatos de edificación y obras civiles. La mayoría de los empleados no asalariados del sector contratados directamente trabajan a través del sindicato. Si, por ejemplo, un contratista necesita cinco carpinteros más en un proyecto, el contratista se dirige al sindicato local de carpinteros y solicita que cinco carpinteros se presenten a trabajar en el proyecto en un día determinado. 
El sindicato notifica a los cinco miembros que encabezan la lista de empleo, que deben presentarse a trabajar en el proyecto con una empresa determinada. Según lo previsto en el convenio colectivo entre la patronal y el sindicato, el contratista puede dar los nombres de los que quiere contratar o puede seleccionar a algunos de la lista. Si no hay miembros afiliados disponibles para cumplimentar la solicitud, el patrono puede contratar trabajadores temporeros que se afiliarán al sindicato, o éste puede buscar trabajadores expertos de otros locales sindicales para poder responder a la petición. En caso de que no haya sindicatos, las empresas utilizan distintos procedimientos para reforzar su plantilla. Entre ellos, los más comúnmente utilizados consisten en ofertas de empleo previas, oficinas de trabajo locales, transmisión oral y por medio de anuncios en la prensa local. 
No es raro que los trabajadores sean contratados por varias empresas diferentes en el curso de un año. La duración del empleo varía con la naturaleza del proyecto y el volumen del trabajo a desarrollar. Esto representa una carga administrativa importante para los contratistas de la construcción, en comparación con sus homólogos en la industria fija (conservación de archivos para liquidaciones del impuesto de la renta, indemnizaciones laborales, seguro de desempleo, cuotas sindicales, pensiones, permisos y otros aspectos legales o contractuales). Esta situación presenta unos retos singulares frente al típico centro de trabajo de una industria fija. 
La formación y las cualificaciones no sólo han de ser normalizadas, sino también transferibles de una obra a otra, de un sector a otro. Estas importantes cuestiones afectan a la industria de la construcción de un modo más profundo que a las industrias fijas. Las empresas de la construcción esperan que los trabajadores se incorporen al proyecto con ciertas capacitaciones y habilidades. En la mayoría de los oficios, esto se logra mediante un exhaustivo programa de aprendizaje. Si un contratista solicita cinco carpinteros, espera que el día que los necesita se encontrará en la obra con cinco especialistas cualificados. Si las normas de salud y seguridad requieren una formación especial, la empresa necesita poder acceder a una bolsa de trabajadores con esta preparación, ya que no es fácil impartirla en el momento en que el trabajo ha de comenzar. 
Un ejemplo de ello es el Programa de Trabajador Certificado que se requiere en los mayores proyectos de construcción en Ontario, Canadá, que implica la existencia de comités conjuntos de salud y seguridad. Puesto que esta formación generalmente no forma parte del programa de aprendizaje, tuvieron que desarrollarse programas de formación alternativos para crear un fondo de trabajadores preparados. A medida que se dé mayor importancia a la formación especializada o, al menos, a la confirmación del nivel de cualificación, los programas de formación realizados conjuntamente con los sindicatos de la construcción probablemente crecerán en alcance, número y variedad.

martes, 26 de noviembre de 2013

FACTORES DE ORGANIZACION QUE AFECTAN A LA SALUD Y LA SEGURIDAD - III

Relaciones contratista-contratista 

Mucha gente que no está familiarizada con la naturaleza de los acuerdos contractuales corrientes en la construcción supone que un contratista ejecuta la totalidad o, al menos, la mayor parte de la construcción de la mayoría de edificios. Por ejemplo, si se trata de la construcción de un nuevo edificio de oficinas, un complejo polideportivo u otro proyecto de gran impacto, el contratista general suele poner carteles y, a menudo, emblemas de la compañía, para indicar su presencia y crear la impresión de que es “su” proyecto. Años atrás, esta impresión podía haber sido exacta hasta cierto punto, ya que algunos contratistas generales realmente realizaban partes sustanciales del proyecto con personal propio. Sin embargo, desde mediados del decenio de 1970, muchos contratistas generales, por no decir la mayoría, han asumido más el papel de dirección del proyecto en los grandes proyectos y han contratado la casi totalidad del trabajo a una red de subcontratistas, cada uno de los cuales es especialista en una faceta particular del proyecto. (Véase la Tabla 93.5.) 
De resultas de ello, el contratista general puede tener realmente en la obra menos personal que algunos de los subcontratistas. Incluso se da el caso de que el contratista principal no tenga ningún personal implicado directamente en las actividades constructivas, sino que se limita a dirigir el trabajo de los subcontratistas. En la mayor parte de los proyectos importantes del sector industrial, comercial e institucional (ICI), existen diferentes niveles de subcontratistas. Típicamente, los subcontratistas del nivel primario tienen contratos con el contratista general. Sin embargo, estos subcontratistas, a su vez, subcontratan parte de sus trabajos a otros subcontratistas de menor dimensión o mayor especialización. La influencia que este tejido de contratistas puede ejercer en la salud y la seguridad es obvia si se compara con un lugar concreto como una fábrica. En un centro de trabajo típico de una industria concentrada, sólo hay una entidad dirigente, la empresa. Esta tiene la responsabilidad única sobre el centro, las líneas de mando y comunicación son sencillas y directas, y se aplica una misma filosofía corporativa. En un proyecto de construcción puede haber diez o más entidades empresariales (el contratista general y los subcontratistas habituales), y las comunicaciones y la autoridad se transmiten por cauces más complejos, indirectos y a menudo confusos. La atención prestada a la salud y seguridad por la persona o empresa a cargo del proyecto, puede influir en el comportamiento de los demás respecto a estos temas. Lo contrario también es cierto. Además, la salud y seguridad de la obra en su conjunto, puede resultar afectada adversamente por la actuación de un subcontratista (p. ej., si un/a subcontratista es descuidado/a, y deja todo en desorden tras de sí al paso de su personal por la obra, su actuación causará problemas al resto de subcontratistas en la misma). Generalmente, en estos centros de trabajo con multitud de empresas, es más difícil la introducción y gestión de esfuerzos normativos referentes a salud y seguridad. 
Puede resultar difícil determinar la empresa responsable de ciertos riesgos o de tomar ciertas soluciones, y cualquier control administrativo que puede parecer eminentemente factible en un centro de trabajo con un sólo patrono, necesitará una modificación considerable para funcionar bien en este tipo de proyectos. Por ejemplo, la información relativa a materiales peligrosos utilizados en un proyecto debe impartirse a los que trabajan con ellos o en su proximidad, y los trabajadores deben recibir la instrucción adecuada. En un centro de trabajo fijo, con un sólo patrón, todo el material y la información que le acompaña se obtiene, controla y comunica mucho más fácilmente, mientras que en un proyecto de construcción, cualquiera de los subcontratistas puede introducir materiales peligrosos sin que el contratista general tenga la menor noticia. Adicionalmente, los trabajadores empleados por un subcontratista y que utilizan cierto material pueden haber sido instruidos al respecto, mientras que los equipos que trabajan para otro subcontratista en la misma zona pero haciendo un trabajo totalmente diferente pueden tener una ignorancia total del material y, sin embargo, estar expuestos al mismo riesgo que los que lo emplean directamente. 
Otro factor que surge en lo que concierne a las relaciones contratista-contratista atañe al proceso de licitación. Un subcontratista que presenta una oferta demasiado baja puede ejercer recortes que afectarán a la salud y seguridad. En estos casos, el contratista general debe asegurarse de que los subcontratistas prestan su conformidad a las normas, especificaciones y leyes en lo tocante a salud y seguridad. No es raro, en proyectos en los que todos los implicados han presentado ofertas muy bajas, observar la aparición de continuos problemas de salud y seguridad aparejados con un traspaso excesivo de las responsabilidades, hasta que las autoridades legales tienen que intervenir para imponer una solución. Un problema adicional está relacionado con la programación de la obra y el impacto que la misma puede tener en la salud y seguridad. Al haber varios subcontratistas en la obra a la vez, el conflicto de intereses puede crear problemas. 
Cada contratista quiere terminar su trabajo lo antes posible. Si dos o más contratistas quieren ocupar el mismo sitio, o si uno tiene que trabajar por encima del otro, pueden surgir problemas. Este problema es más característico de la construcción que de una industria fija, en la que los principales conflictos de intereses suelen darse entre producción y mantenimiento.

FACTORES DE ORGANIZACION QUE AFECTAN A LA SALUD Y LA SEGURIDAD - II

Relaciones cliente-contratista 

Los clientes son aquellos individuos, asociaciones, corporaciones o autoridades públicas por encargo de los cuales se ejecuta una construcción. La gran mayoría de las obras se realizan con arreglo a contratos entre clientes y contratistas. Un cliente puede elegir a un contratista en base a una prestación anterior, o a través de un agente que puede ser un arquitecto o un ingeniero. 
En otros casos, puede optar por pedir ofertas mediante anuncios y licitaciones. El método que se use y la propia actitud del cliente en relación con la salud y la seguridad pueden ejercer un profundo efecto en la práctica de salud y seguridad del proyecto. Por ejemplo, si un cliente opta por precalificar a los contratistas para asegurarse de que cumplirán ciertos criterios, el proceso elimina a los contratistas sin experiencia, a los que no han acreditado una ejecutoria satisfactoria y a aquellos que no cuentan con el personal cualificado requerido por el proyecto. 
Si bien, con anterioridad, la ejecutoria en materia de salud y seguridad no había sido una de las cualificaciones comúnmente solicitadas o tenidas en cuenta por los clientes, en la actualidad está ganando adeptos, primordialmente entre los clientes industriales importantes y entre los organismos públicos que encargan servicios de construcción. Algunos clientes potencian la seguridad mucho más que otros. En algunos casos, ello es debido al riesgo de daños a sus instalaciones existentes cuando los contratistas tienen que entrar en ellas para realizar trabajos de mantenimiento o para la ampliación de las mismas. Las compañías petroquímicas, en particular, dejan bien claro que la ejecutoria de seguridad del contratista es una condición clave del contrato. 
A la inversa, aquellas firmas que optan por adjudicar el proyecto por medio de una licitación abierta, sin calificación previa, para lograr el precio más bajo, a menudo se topan con contratistas posiblemente no cualificados para ejecutar la obra o que toman atajos para ahorrar tiempo y materiales. Este procedimiento puede tener un efecto adverso en el desarrollo de la salud y la seguridad.

lunes, 25 de noviembre de 2013

FACTORES DE ORGANIZACION QUE AFECTAN A LA SALUD Y LA SEGURIDAD - I

Diversidad de proyectos y actividades laborales 

Muchas personas ajenas al sector de la construcción ignoran la diversidad y grado de especialización de los trabajos acometidos por esta industria, aunque a diario contemplan parte de los mismos. Además de las demoras de tráfico causadas por la invasión de las calzadas y las excavaciones en calles, el público puede observar a menudo la construcción de edificios, de parcelaciones y, a veces, el derribo de estructuras. Lo que se esconde a la vista, en la mayoría de los casos, es el ingente volumen de trabajo especializado que se realiza, bien como parte de un proyecto de nueva planta, bien como parte de los trabajos de mantenimiento que se llevan a cabo y que están asociados con casi todas las construcciones del pasado. 
La lista de actividades es muy variada, abarcando desde trabajos de electricidad, fontanería, calefacción y ventilación, pintura, trabajos de techado y pavimentación hasta trabajos muy especializados como instalación o reparación de grúas de pórtico, colocación de maquinaria pesada, ignifugación, trabajos de refrigeración e instalación y pruebas de sistemas de comunicaciones. 
El valor de la construcción puede medirse en parte según el importe de las licencias de construcción. La Tabla 93.4 muestra el valor de la construcción en Canadá en 1993. Los aspectos de seguridad y salud en el trabajo dependen en gran medida de la naturaleza del proyecto. Cada tipo de proyecto y cada actividad laboral presentan diferentes riesgos y soluciones. A menudo, la gravedad, alcance o tamaño del problema están relacionados a su vez con la dimensión del proyecto.

Calidad del proceso de construcción

La puesta en práctica de la directiva CE no es una actuación aislada, sino que es parte integral de las políticas de salud y seguridad de las empresas, junto con la política de calidad y medio ambiente. La política de salud y seguridad es un componente crítico de la política de calidad de las empresas. Las leyes y normas sólo se cumplirán si las empresas y los trabajadores de la construcción han tomado parte en su desarrollo. El gobierno ha decidido desarrollar un plan modelo de salud y seguridad que es factible y que se puede hacer cumplir para evitar la competencia desleal de las empresas que pretendan ignorarlo o subvertirlo.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Responsabilidad conjunta

Muchos riesgos de salud y seguridad pueden tener su origen en deficiencias del edificio o decisiones inadecuadas de la organización o en una mala organización del trabajo al iniciarse el proyecto. 
Para soslayar esto, las empresas, los trabajadores y el gobierno llegaron en 1989 a un pacto de condiciones de trabajo. Entre otros aspectos, especificaba la colaboración entre clientes y contratistas y entre estos y los subcontratistas. Esto ha dado lugar a un código de conducta que sirve de modelo para la puesta en práctica de la Directiva Europea sobre obras de construcción móviles y provisionales. 
Como parte del pacto, Arbouw ha formulado límites de exposición a materias y sustancias peligrosas, junto con orientaciones para su aplicación en diversas operaciones constructivas. Bajo la dirección de Arbouw, el Sindicato de trabajadores de la construcción y de la madera, el Sindicato de la industria FNV y la Asociación de lanas minerales, del Benelux, acordaron un contrato que exigía el desarrollo de productos de lana mineral y lana de vidrio con menor emisión de partículas de polvo, el desarrollo de los métodos de producción con la mayor seguridad posible de estos productos; la formulación y promoción de métodos de trabajo para el uso de los anteriores productos dentro de la mayor seguridad y la ejecución de la investigación necesaria para establecer los límites de seguridad de exposición a los mismos. Se fijó un límite de exposición a las fibras inspirables de 2/cm3, aunque se consideró que un límite de 1/cm3 era posible. 
También se acordó la eliminación del uso de materias primas y secundarias que pudieran representar riesgos para la salud, usando como criterio los límites de exposición formulados por Arbouw. Se hará un seguimiento de los resultados siguiendo este acuerdo hasta su fecha de expiración el 1 de enero de 1999.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Política en materia de absentismo

La Ley de Salud y Seguridad también exige a los patronos que tengan una política en materia de absentismo que incluya la estipulación de que cuenten con expertos en este campo para el seguimiento y asesoramiento a los empleados discapacitados.

Normativa legal

La normativa legal se centra en las medidas preventivas previas al comienzo del proyecto de construcción y durante la ejecución del mismo. A largo plazo, este enfoque proporcionará resultados óptimos. La Ley de Salud y Seguridad estipula que las evaluaciones de los riesgos deben abarcar no sólo las que se originan a causa de los materiales, preparaciones, herramientas, equipo, etc., sino también las que implican a grupos especiales de trabajadores (p. ej., mujeres embarazadas, trabajadores jóvenes y de edad avanzada, y los que sufren discapacidades). 
Las empresas están obligadas a tener por escrito evaluaciones e inventarios de riesgos preparados por expertos habilitados, que pueden ser empleados suyos o contratistas externos. Esta documentación debe incluir recomendaciones para eliminar o limitar los riesgos y debe estipular también las fases del trabajo en que se requerirán especialistas cualificados. Algunas empresas de construcción han desarrollado su propio enfoque de la evaluación, con el nombre de Investigación General Empresarial e Inventario y Evaluación de Riesgos (ABRIE), que ha pasado a ser el prototipo para el sector. 
La Ley de Salud y Seguridad obliga a las empresas a ofrecer un reconocimiento de salud periódico a sus empleados. El objeto es identificar los problemas de salud que puedan crear ciertos trabajos especialmente peligrosos para algunos trabajadores a menos que se tomen ciertas precauciones. Este requisito se hace eco de diversos convenios colectivos dentro del sector de la construcción, que durante años vienen exigiendo a las empresas que proporcionen a sus empleados atención médica laboral completa, inclusive reconocimientos médicos periódicos. 
La Fundación Arbouw ha establecido un contrato con la Federación de centros de atención de seguridad y salud en el trabajo para la prestación de tales servicios. A lo largo de los años se ha acumulado un acervo de valiosas informaciones que ha contribuido a la mejora de las evaluaciones e inventarios de riesgos.

viernes, 22 de noviembre de 2013

NORMAS DE SEGURIDAD Y SALUD: LA EXPERIENCIA DE LOS PAISES BAJOS

La puesta en práctica de la Directiva CE de Normas Mínimas de Salud y Seguridad en las Obras de Construcción Móviles y Provisionales tipifica las normas legales promulgadas por los Países Bajos y la Comunidad Europea. Su objetivo es mejorar las condiciones de trabajo, combatir las incapacidades y reducir el absentismo por enfermedad. En los Países Bajos estas normas para el sector de la construcción están expresadas en la Arbouw Resolution, Capítulo 2, Sección 5. 
Como sucede a menudo, la legislación parece ir por detrás de los cambios sociales que se iniciaron en 1986, año en que las organizaciones patronales y sindicales se reunieron para establecer la Fundación Arbouw con miras a prestar servicios a las empresas de construcción de obras civiles y construcción de infraestructuras, movimiento de tierras, construcción de carreteras y construcciones hidráulicas y los ramos complementarios del sector. De este modo, las nuevas normas apenas constituyen un problema para las empresas responsables que ya se han comprometido a poner en práctica las consideraciones de salud y seguridad. Sin embargo, el hecho de que resulta muy difícil, a menudo, poner en práctica estos principios, ha conducido a su no observancia y a una competencia desleal y, en consecuencia, a la necesidad de una normativa legal.

Vigilancia y prevención de problemas clave en los trabajos de construcción - III

Necesidades especiales de los trabajadores inmigrantes 

En función del emplazamiento de la obra, el contexto social, las condiciones sanitarias y el clima pueden representar riesgos importantes para los trabajadores de la construcción. Los trabajadores inmigrantes a menudo sufren problemas psicosociales. Entre ellos se da un mayor riesgo de lesiones en el trabajo que entre los trabajadores nativos. Hay que tener en cuenta su riesgo de ser portadores de enfermedades infecciosas, como el sida, la tuberculosis y otras enfermedades parasitarias. La malaria y otras enfermedades tropicales pueden crear un problema a los trabajadores en aquellos lugares en que son endémicas. En muchos proyectos de construcción de envergadura se emplea mano de obra extranjera. Es preciso realizar un reconocimiento médico previo en el país de origen. Además, debe evitarse la propagación de enfermedades contagiosas mediante programas de vacunación adecuados. En los países de recepción es necesario impartir formación profesional, educación en materia de seguridad y salud y proporcionar alojamiento. Los trabajadores inmigrantes deben tener el mismo acceso a la asistencia sanitaria y a la seguridad social que los trabajadores nativos (El Batawi 1992). Además de evitar las dolencias relacionadas con la construcción, el profesional sanitario debe trabajar para promover cambios positivos en el estilo de vida, que puedan contribuir a mejorar la salud general de un trabajador. Los temas más importantes y fructíferos para la promoción de la salud entre los trabajadores de la construcción son la abstención del alcohol y el tabaco. Se ha estimado que un trabajador que fuma le cuesta a su empresa del 20 al 30 % más que uno que no fuma. Las inversiones en campañas antitabaco no sólo son rentables a corto plazo, con menores riesgos de accidentes y ausencias por enfermedad más cortas, sino también a largo plazo, con menores riesgos de contraer enfermedades pulmonares cardiovasculares y cáncer. Adicionalmente, el humo del tabaco tiene efectos nocivos multiplicadores en presencia de la mayoría de polvos, en especial el de amianto. 

Beneficios económicos 

Resulta difícil demostrar algún beneficio económico directo de los servicios de salud laboral para una empresa de construcción individual, especialmente si se trata de una pequeña. Sin embargo, los cálculos indirectos de rentabilidad demuestran que la prevención de accidentes y la promoción de la salud son económicamente beneficiosas. Existen cálculos comparativos de coste-beneficio de las inversiones en programas preventivos disponibles para uso interno de las empresas. (Véase Oxenburg 1991, que describe un modelo aplicado ampliamente en Escandinavia).

jueves, 21 de noviembre de 2013

Vigilancia y prevención de problemas clave en los trabajos de construcción - II

Dermatitis profesional 

La dermatitis profesional se puede evitar principalmente con medidas higiénicas. El manejo adecuado del cemento húmedo y la protección de la piel son medidas de higiene eficaces. Durante los reconocimientos médicos es importante recalcar la importancia de evitar el contacto de la piel con el cemento húmedo. 

Enfermedades pulmonares profesionales 

La asbestosis, la silicosis, el asma y la bronquitis profesionales pueden encontrarse entre los trabajadores de la construcción, dependiendo de sus anteriores exposiciones en el trabajo (Instituto finlandés de salud en el trabajo 1987). No existe ningún método médico para evitar el desarrollo de carcinomas después de la exposición suficiente de una persona al amianto. Las radiografías de pecho regulares, cada tres años, son la recomendación de vigilancia médica más común; hay pruebas de que el reconocimiento por rayos X mejora las perspectivas en el cáncer de pulmón (Strauss, Gleanson y Sugarbaker 1995). La espirometría y la información antitabaco se incluyen normalmente en los reconocimientos médicos periódicos. No existen ensayos para hacer un diagnóstico precoz de tumores malignos relacionados con el amianto. Los tumores malignos y otras enfermedades pulmonares relacionadas con la exposición al amianto son ampliamente infradiagnosticados. Por tanto, muchos trabajadores de la construcción que tendrían derecho a indemnización se quedan sin ellos. Al final del decenio de 1980 y a principios del decenio de 1990, en Finlandia se realizó un chequeo a escala nacional de los trabajadores expuestos al amianto. El chequeo reveló que tan sólo a un tercio de los trabajadores que padecían enfermedades relacionadas con el amianto y con acceso a los servicios de salud en el trabajo se les habían diagnosticado con anterioridad (Instituto finlandés de salud en el trabajo 1994).

Vigilancia y prevención de problemas clave en los trabajos de construcción - I

Trastornos musculosqueléticos y su prevención 

Los trastornos musculosqueléticos pueden tener múltiples orígenes. El estilo de vida, la propensión hereditaria y el envejecimiento, junto con esfuerzos físicos inadecuados y lesiones de poca gravedad, son los factores de riesgo comúnmente aceptados como causa de estos trastornos. Los tipos de problemas musculosqueléticos se manifiestan de diferentes maneras en las diversas profesiones de la construcción. No existe ninguna prueba fiable para predecir el riesgo de un individuo para contraer un trastorno de este tipo. La prevención médica de los trastornos musculosqueléticos se basa en la orientación sobre el estilo de vida y cuestiones ergonómicas. Los reconocimientos previos al empleo y periódicos pueden utilizarse a este fin. Las pruebas generales de resistencia y las radiografías rutinarias del sistema esquelético no tienen un valor específico para la prevención. En su lugar, la detección temprana de síntomas y un historial detallado de los síntomas musculosqueléticos pueden utilizarse como base para la terapia. Un programa que realiza periódicamente sondeos de síntomas para identificar los factores laborales que se pueden cambiar ha demostrado su eficacia. A menudo, los trabajadores que han estado expuestos a fuertes cargas o esfuerzo físico creen que el trabajo les mantiene en forma. Varios estudios han demostrado que tal presunción no es cierta. Por tanto, es importante que en el contexto de los reconocimientos médicos, se informe a los sujetos del examen sobre las maneras adecuadas de mantener su aptitud física. El tabaco se ha asociado con la degeneración del disco lumbar y las lumbalgias. Es por ello que en los reconocimientos médicos periódicos es preciso incluir también información y tratamientos antitabaco (Proyecto de educación sobre la práctica de fumar y los riesgos en el trabajo, 1993). 

Pérdida de audición motivada por el ruido en el trabajo 

La prevalencia de la pérdida de audición motivada por el ruido varía entre las profesiones de la construcción, y depende de los niveles y duración de la exposición. En 1974, menos del 20 % de los trabajadores suecos de la construcción de 41 años de edad tenían una audición normal en ambos oídos. La implantación de un programa exhaustivo de conservación del oído aumentó la proporción de trabajadores con audición normal, dentro del mismo grupo, a casi un 40 % al final del decenio de 1970. Estadísticas efectuadas en la Columbia Británica, Canadá, han mostrado que los trabajadores de la construcción generalmente sufren una pérdida de oído importante después de trabajar más de 15 años en su oficio (Schneider et al. 1995). Se cree que algunos factores pueden aumentar la propensión a la pérdida del oído en el trabajo (neuropatía diabética, hipercolesterolemia y exposición a ciertos disolventes ototóxicos). Las vibraciones en todo el cuerpo y el hábito de fumar también pueden tener un efecto aditivo. Es aconsejable un programa de conservación del oído a gran escala dentro del sector de la construcción. Este tipo de programa requiere no sólo la colaboración a nivel de obra, sino también una legislación que lo apoye. Los programas de conservación del oído deben estar especificados en los contratos de trabajo. La pérdida de audición en el trabajo es reversible en los primeros 3 ó 4 años siguientes a la exposición inicial. Una detección temprana de la pérdida de audición facilita las posibilidades de prevención. Se recomiendan pruebas regulares para detectar los cambios lo antes posible y para motivar a los trabajadores en su autoprotección. En el transcurso de las pruebas, a los trabajadores expuestos se les debe instruir en los principios de protección individual, así como en el mantenimiento y el empleo adecuado de los medios de protección

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Contenido de los servicios preventivos de salud en el trabajo

La identificación del riesgo en las obras debe orientar la actividad médica, aunque este aspecto sólo sea secundario con respecto a la prevención por medio de un diseño, labor de ingeniería y organización del trabajo adecuados. La identificación del riesgo requiere un enfoque pluridisciplinario; ello requiere una estrecha colaboración entre el personal especializado en salud en el trabajo y la empresa. Una opción sería una exploración sistematizada de los riesgos en el lugar de trabajo utilizando listas de comprobación normalizadas. Los reconocimientos médicos previos al empleo y periódicos se realizan, usualmente, de acuerdo con los requisitos establecidos por la legislación o con las orientaciones facilitadas por las autoridades. El contenido del reconocimiento dependerá del historial de exposiciones de cada trabajador. Los contratos de plazo corto y la frecuente rotación de la mano de obra pueden dar lugar a reconocimientos médicos “frustrados” o “inadecuados”, a la pérdida del seguimiento de los resultados o una duplicación injustificada de los reconocimientos médicos. Por tanto, se recomienda la práctica de reconocimientos periódicos regulares para todos los trabajadores. Un reconocimiento de salud tipo debe incluir: un historial de exposiciones, un historial de síntomas y enfermedades con especial énfasis en las dolencias musculosqueléticas y alérgicas, un reconocimiento anatómico básico y pruebas de audiometría, vista, espirometría y presión arterial. Los reconocimientos deben facilitar también consejos sanitarios e información sobre el modo de evitar los riesgos laborales comunes.

Clínicas móviles

Dado que las obras de construcción se encuentran a menudo alejadas de cualquier proveedor de servicios de salud, puede ser necesario recurrir a unidades móviles que presten estos servicios. Prácticamente todos los países que tienen servicios de salud laboral especializados en los trabajadores de la construcción utilizan unidades móviles para prestar estos servicios. 
La mayor ventaja de la unidad móvil es el ahorro de tiempo para acercar los servicios a las obras. Estos centros de salud móviles están instalados en un autobús o caravana especialmente equipados y están adecuados de un modo especial para todo tipo de controles, como reconocimientos médicos periódicos. Los servicios móviles deberán tener la precaución de establecer de antemano acuerdos de colaboración con los proveedores locales de servicios de salud para asegurar el seguimiento, evaluación y tratamiento de los trabajadores, cuyos exámenes hayan dado resultados que puedan sugerir un problema de salud. 
El equipo normal de una unidad móvil incluye un laboratorio básico con un espirómetro y un audiómetro, un cuarto para entrevistas y un equipo de rayos X, cuando sea preciso. Es preferible diseñar unidades modulares como espacios multiuso, de modo que puedan utilizarse en diferentes tipos de obras. 
La experiencia finlandesa indica que las unidades móviles son también adecuadas para estudios epidemiológicos, que se pueden incorporar a los programas de salud en el trabajo si se planifican de antemano adecuadamente.

martes, 19 de noviembre de 2013

Tipos de servicios de salud laboral

Los servicios de salud laboral para los operarios de la construcción se agrupan en tres modelos principales: 
  1. servicios especializados para trabajadores de la construcción
  2.  asistencia sanitaria laboral para trabajadores de la construcción prestada por servicios sanitarios de ámbito más amplio 
  3. asistencia sanitaria prestada voluntariamente por la empresa. 

Los servicios especializados son los más eficaces, pero también son los más caros en términos de costes directos. La experiencia en Suecia indica que los índices de lesiones más bajos en obras de construcción en todo el mundo, y un riesgo muy bajo de enfermedades laborales entre los trabajadores de la construcción, vienen asociados con un trabajo de prevención exhaustivo realizado por servicios especializados. En el modelo sueco, llamado Bygghälsan, se combinan la prevención médica y técnica. Bygghälsan funciona por medio de centros regionales y unidades móviles. Sin embargo, durante la severa recesión económica de finales del decenio de 1980, Bygghälsan recortó seriamente sus actividades sanitarias. 
En los países en que existe una legislación de salud laboral, las empresas de construcción generalmente alquilan los servicios de salud requeridos a compañías que sirven a la industria en general. En estos casos, es importante la formación del personal de salud laboral. Sin un conocimiento específico de las circunstancias que rodean a la construcción, el personal médico no puede proporcionar programas preventivos de salud en el trabajo que sean eficaces para las empresas de construcción. Algunas grandes compañías multinacionales cuentan con programas de seguridad y salud en el trabajo bien desarrollados que forman parte de la cultura de la empresa. 
Los cálculos comparados de coste-beneficio han demostrado que tales actividades resultan económicamente beneficiosas. Actualmente, los programas de seguridad laboral son parte integrante de la gestión de calidad de la mayoría de las empresas internacionales.

SERVICIOS PREVENTIVOS SANITARIOS EN LA CONSTRUCCION

El sector de la construcción constituye del 5 al 15 % de la economía nacional de la mayoría de los países y generalmente es una de las tres industrias que arroja el mayor índice de riesgos de lesiones laborales. Predominan los riesgos crónicos de salud laboral que se relacionan a continuación (Comisión de las Comunidades Europeas 1993): 
  • Trastornos musculosqueléticos, sordera laboral, dermatitis y trastornos pulmonares son las dolencias más comunes producidas por el trabajo. 
  • Un riesgo acrecentado de carcinomas del tracto respiratorio y mesoteliomas causados por exposición al amianto detectados en todos los países en que existen estadísticas de morbilidad y mortalidad laborales. 
  • Trastornos causados por una nutrición inadecuada, por el tabaco o por el consumo de alcohol y drogas, que se asocian especialmente con los trabajadores inmigrantes, que representan una proporción considerable de los trabajadores de la construcción en muchos países. 
Los servicios de salud preventivos para los trabajadores de la construcción deben planificarse dando prioridad a estos riesgos.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Prevención

La prevención de la exposición al polvo debe realizarse, en primer lugar, mediante la adopción de medidas técnicas, tales como perforación húmeda (y/o perforación con SEL), regando el material antes de su retirada y carga, SEL en las máquinas del túnel y ventilación mecánica de los túneles. En algunas operaciones, las medidas técnicas de control pueden resultar insuficientes para rebajar la concentración del polvo respirable a un nivel aceptable (p. ej., durante el barrenado y, a veces, en el caso de barrenado con humedad), y, por tanto, puede ser necesario complementar la protección de los trabajadores que realizan tales operaciones con el empleo de máscaras respiratorias. 
La eficacia de las medidas técnicas de control debe comprobarse mediante el control de la concentración de polvo en el aire. En el caso de polvo fibrógeno, será necesario adaptar el programa de control de modo que permita el registro de la exposición de los trabajadores individualmente. Los datos de exposición individual, junto con los datos de salud de cada trabajador, son necesarios para la valoración del riesgo de neumoconiosis en unas condiciones de trabajo determinadas, así como para la evaluación de la eficacia de las medidas de control a largo plazo. En último lugar, en particular, el registro individual de las exposiciones es necesario para evaluar la aptitud de los trabajadores individuales para continuar en sus puestos de trabajo. Dada la naturaleza de los trabajos subterráneos, la protección contra el ruido depende mayormente de las protecciones auditivas personales. 
Una protección eficaz contra las vibraciones, por otra parte, se puede conseguir solamente eliminando o reduciendo las vibraciones mediante la mecanización de las operaciones que entrañan tal riesgo. El EPI no resulta eficaz. Análogamente, el riesgo de dolencias debidas a una sobrecarga física de las extremidades superiores sólo puede aminorarse con la mecanización. Es posible influir en la exposición a sustancias químicas mediante la elección de una tecnología apropiada (eliminando la utilización de resinas de formaldehídos y de la formamida) por medio de un buen mantenimiento (p. ej., de los motores de gasóleo) y con una ventilación adecuada. A veces resultan muy eficaz la organización y la adopción precauciones en el régimen de trabajo, especialmente para la prevención de dermatosis. El trabajo en lugares subterráneos cuya composición del aire se desconoce exige una estricta observancia de las normas de seguridad. No se permitirá la entrada en tales recintos sin portar equipos respiratorios autónomos. El trabajo debe ejecutarse por grupos de al menos tres personas —un trabajador se introducirá en el espacio subterráneo, con aparato de respiración y cinturón de seguridad, y los otros permanecerán en el exterior sujetando una cuerda amarrada al trabajador que está en el interior—. 
En caso de accidente es necesario actuar con rapidez. Se han perdido muchas vidas tratando de salvar a la víctima de un accidente, cuando no se tuvo en cuenta la seguridad del que acudía al rescate. Los reconocimientos médicos periódicos antes y después de la contratación son una parte necesaria de las precauciones de salud y seguridad de los trabajadores en los túneles. La frecuencia de los reconocimientos periódicos y el tipo y rango de los reconocimientos especiales (rayos X, funciones pulmonares, audiometría, etc.) deben fijarse individualmente para cada obra y para cada tarea de acuerdo con las condiciones de trabajo. Antes de iniciar los trabajos subterráneos es preciso efectuar una inspección del emplazamiento y tomar muestras para planificar los trabajos de excavación. Una vez que el trabajo está en marcha, hay que inspeccionar el tajo diariamente para evitar la caída del techo o la formación de cuevas. El lugar de trabajo de los trabajadores solitarios debe inspeccionarse al menos dos veces en cada turno. Se instalarán equipos contra incendios, estratégicamente situados a todo lo largo del tramo subterráneo.

RIESGOS PARA LA SALUD EN • OBRAS SUBTERRANEAS

Riesgos 
Las obras subterráneas incluyen la construcción de túneles para carreteras, autopistas, vías férreas y el tendido de tuberías de alcantarillado, agua caliente, vapor, conducciones eléctricas, cables telefónicos. Entre los riesgos de este trabajo se incluyen el duro trabajo físico, el polvo de sílice cristalino, el polvo de cemento, el ruido, las vibraciones, los escapes de los motores de gasóleo, las emanaciones químicas radón y la falta de oxígeno. A veces, estos trabajos deben realizarse en ambientes presurizados. 
Los trabajadores de estas obras corren el riesgo de sufrir lesiones graves y, a menudo, fatales. Algunos riesgos son los mismos que los de la construcción en superficie, pero agravados por la condición de trabajar en un espacio encerrado. Otros riesgos son específicos del trabajo subterráneo. Entre éstos se incluyen: golpes de maquinaria especial, electrocución, sepultamiento por desprendimientos de techo o paredes, asfixia o lesiones por fuegos y explosiones. En los trabajos en túneles se pueden encontrar bolsas de agua no previstas que pueden producir inundaciones y anegamientos. 
La construcción de túneles requiere un esfuerzo físico considerable. El consumo de energía durante el trabajo manual suele ser de 200 a 350 W, con una gran parte de carga estática muscular. El ritmo cardíaco durante los trabajos con barrenos de aire comprimido y martillos neumáticos alcanza 150-160 pulsaciones por minuto. El trabajo se suele realizar en condiciones microclimáticas desfavorables de frío y humedad, y a veces en posturas de trabajo fatigosas. Todo ello suele ir acompañado de otros factores de riesgo que dependerán de las condiciones geológicas locales y del tipo de tecnología que se utilice. Esta pesada carga de trabajo puede contribuir notablemente a la fatiga por calor. La mecanización puede reducir la dureza del trabajo manual. Pero la mecanización conlleva sus propios riesgos. El trabajo de máquinas móviles grandes y potentes en un lugar cerrado introduce riesgos de lesiones graves al personal que trabaja en su proximidad, que puede ser golpeado o aplastado por ellas. La maquinaria para estos trabajos también puede originar polvo, ruido, vibraciones y gases de los tubos de escape de los motores diesel. Por otro lado, la mecanización necesita menos mano de obra, lo que reduce el número de personas expuestas, pero a cambio de un mayor desempleo y todos los problemas que ello lleva consigo. La sílice cristalina (llamada también sílice libre y cuarzo) aparece de manera natural en muchos tipos de roca. La piedra arenisca es prácticamente sílice pura; el granito puede contener un 75 %, los esquistos un 30 %, y la pizarra un 10 %. La piedra caliza, el mármol y la sal, a efectos prácticos, no contienen sílice alguna. Teniendo en cuenta que la sílice está omnipresente en la corteza terrestre, es preciso tomar muestras de polvo, al menos al comienzo de un trabajo subterráneo y siempre que el tipo de roca cambie a medida que el trabajo avanza. Siempre que se procede al machacado, perforación, molienda o cualquier otro tipo de pulverización de una roca que contenga sílice, se originará polvo de sílice inhalable. Los principales causantes de la incorporación de polvo de sílice en el aire son las perforadoras de aire comprimido y los martillos neumáticos. El trabajo con estas herramientas se ejecuta más frecuentemente en el frente de avance del túnel y, por tanto, los trabajadores en estas zonas son los que sufren una mayor exposición. 
En tales casos, es de obligada aplicación la tecnología de eliminación del polvo. Las voladuras no sólo generan escombros que vuelan, sino también polvo y óxidos nitrosos. Para evitar una excesiva exposición, el procedimiento usual consiste en impedir el reingreso en la zona afectada hasta que el polvo y los gases se hayan disipado. 
Una práctica corriente consiste en hacer las voladuras al final del último turno de trabajo del día y limpiar los escombros durante el turno siguiente. Al mezclar el cemento se origina polvo de cemento. En altas concentraciones, este polvo irrita la membrana mucosa y respiratoria, pero no se han observado efectos crónicos. Sin embargo, si se deposita sobre la piel y se mezcla con el sudor, el polvo de cemento puede causar dermatosis. Cuando el hormigón húmedo se pulveriza in situ, también puede causar dermatosis. 
El ruido producido en los trabajos subterráneos puede ser considerable. Entre las fuentes de ruido principales se incluyen los martillos y perforadoras neumáticos, los motores de gasóleo y los ventiladores. Dado que el trabajo se realiza en un recinto cerrado, existe también un ruido importante a causa de la reverberación. Los niveles de ruido punta pueden sobrepasar los 115 dBA, siendo la exposición media ponderada de 105 dBA. Existe una tecnología, que debe ser aplicada, para la reducción del ruido de la mayoría de las máquinas. Los trabajadores en obras subterráneas también pueden encontrarse expuestos a vibraciones en todo el cuerpo producidas por la maquinaria móvil y a vibraciones en brazos y manos a causa del manejo de perforadoras y martillos neumáticos. Los niveles de aceleración transmitidos a las manos por las herramientas neumáticas pueden alcanzar los 150 dB (equivalentes a 10 m/s2). Los efectos perniciosos de las vibraciones de brazos y manos pueden verse agravados por un ambiente de trabajo frío y húmedo. Si el terreno tiene una alta saturación de agua o si el trabajo se realiza por debajo del agua, la zona de trabajo puede tener que ser presurizada para mantenerla libre de agua. Para el trabajo por debajo del nivel del agua se utilizan cajones de aire comprimido. Cuando los trabajadores en este ambiente hiperbárico efectúan una rápida transición a la presión atmosférica normal, corren el peligro del mal de descompresión y los trastornos asociados al mismo. Dado que la absorción de la mayoría de gases y vapores tóxicos depende de su presión parcial, a mayor presión, mayor será la absorción. Por ejemplo, 10 ppm de monóxido de carbono (CO) a 2 atmósferas de presión producirán el mismo efecto que 20 ppm CO a 1 atmósfera. Las sustancias químicas se utilizan en los trabajos subterráneos de diversas formas. Por ejemplo, capas poco coherentes de roca se pueden estabilizar con una inyección de resina de formaldehído de urea, con espuma de poliuretano o con mezclas de cristales de agua sódica con formamida o con acetato de etilo y de butilo. A consecuencia de ello, durante su aplicación se pueden producir en la atmósfera del túnel vapores de formaldehído, amoníaco, alcohol etílico o butílico o diisocianatos. 
Con posterioridad a su aplicación, estas sustancias contaminantes pueden extenderse por el túnel desde las paredes circundantes, y, por tanto, pueden dificultar el control pleno de su concentración, incluso empleando una ventilación mecánica intensiva. El radón aparece de forma natural en algunas rocas y puede filtrarse en la atmósfera de trabajo, donde se degradará, convirtiéndose en otros isótopos radiactivos. Algunos de ellos emiten radiaciones alfa y pueden inhalarse, aumentando el riesgo de cáncer de pulmón. Los túneles que se construyen en zonas habitadas también pueden ser contaminados por sustancias procedentes de las tuberías circundantes. El agua, el gas doméstico y de calefacción, el gasóleo, la gasolina, etc. se pueden filtrar en un túnel, o si algunas de las tuberías portadoras sufren una rotura durante la excavación, pueden penetrar en el lugar en que se está trabajando. La construcción de pozos verticales empleando tecnología minera plantea problemas de salud similares a los de los trabajos en un túnel. En aquellos en que se encuentran presentes sustancias orgánicas, es de temer la aparición de restos de descomposición microbiana. Los trabajos de mantenimiento en túneles para el tráfico se diferencian de otros trabajos similares en superficie, principalmente por la dificultad de instalar el equipo de control y seguridad; por ejemplo, ventilación para la soldadura eléctrica; ello puede influir en la calidad de las medidas de seguridad. 
El trabajo en los túneles en los que discurren tuberías de agua caliente o vapor, acarrea una intensa carga térmica, que exigirá un régimen especial de trabajo y períodos de descanso. La falta de oxígeno se puede dar en los túneles tanto porque el oxígeno sea desplazado por otros gases, como porque sea consumido por microbios o por oxidación de las piritas. Los microbios también pueden desprender metano o etano que no sólo desplazan al oxígeno sino que, en una concentración suficiente, pueden crear el riesgo de explosiones. El dióxido de carbono (comúnmente denominado en Europa anhídrido carbónico) también es generado por la contaminación microbiana. Las atmósferas de espacios que han permanecido cerrados largo tiempo pueden estar compuestas en su casi totalidad de nitrógeno, del 5 al 15 % de dióxido de carbono y carecer prácticamente de oxígeno. El anhídrido carbónico se introduce en el pozo desde el terreno circundante debido a los cambios de presión atmosférica. La composición del aire en el interior del pozo puede cambiar muy rápidamente: durante la mañana puede ser normal y por la tarde ser deficiente en oxígeno.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Prevención de accidentes y lesiones

Las empresas del sector que presentan los índices de lesiones más bajos tienen varias características en común: una declaración de principios claramente definida que es seguida por toda la organización, desde la alta dirección hasta el último escalón en obra. Esta declaración hace referencia a un código específico de actuación que describe detalladamente los riesgos y los controles pertinentes a las ocupaciones y trabajos en la obra. La asignación de responsabilidades es clara y se establecen los niveles de cumplimiento. Se investiga el incumplimiento de estos niveles y se imponen las sanciones pertinentes. Por el contrario, el cumplimiento o mejora de los mismos son premiados. Se emplea un sistema de contabilidad que refleja los costes de cada lesión o accidente y las ventajas económicas de la prevención de lesiones. Los empleados o sus representantes participan en el establecimiento y la administración de un programa de prevención de lesiones. 
Esta implicación a menudo cristaliza en la formación de un comité conjunto de trabajadores y mandos. Se realizan reconocimientos médicos para determinar la aptitud de los trabajadores para las tareas y obligaciones que tienen asignadas. Estos reconocimientos se realizan cuando el trabajador se incorpora al trabajo por primera vez y cuando se reincorpora después de una ausencia por lesión, enfermedad u otra causa. Se identifican, analizan y controlan los riesgos con arreglo a las distintas categorías, que se tratarán en otros apartados de este capítulo. Se realizan inspecciones de toda la obra de modo regular y se registran los resultados. Se revisa el equipo para cerciorarse de su manejo seguro (frenos de los vehículos, alarmas, protecciones, etc.). 
Los riesgos de lesiones incluyen los asociados con los tipos más comunes de lesiones causantes de pérdidas de jornadas de trabajo: caídas de altura o a nivel, el levantamiento u otras formas de manipulación manual de materiales, riesgo de electrocución, riesgos de lesiones con intervención de vehículos de carretera o todo terreno, hundimientos de zanjas y otros. Entre los riesgos para la salud se incluirán las partículas portadas por el aire (sílice, amianto, fibras de vidrio sintéticas, partículas de gasóleo), gases y vapores (monóxido de carbono, vapores de disolventes, escapes de los motores), riesgos físicos (ruido, calor, presión hiperbárica) y otros, como la fatiga. Se establecen preparativos para situaciones de emergencia y se efectúan los ensayos de emergencia precisos. Estos preparativos incluirán la asignación de responsabilidades, la prestación de primeros auxilios y atención médica inmediata en la obra, las comunicaciones dentro de la obra y fuera de ella (ambulancias, familiares, oficinas centrales y sindicatos), transporte, designación de centros de atención sanitaria, acordonamiento y saneamiento de la zona en que se haya producido la emergencia, identificación de testigos y datos documentales de los sucesos. Si fuera necesario, dentro de estos preparativos de emergencia, deben incluirse los medios de evacuación en caso de riesgos incontrolados, como incendios o inundaciones. Se investigan y registran los accidentes y lesiones. El objeto de los informes es la identificación de las causas que podían haber sido controladas, de modo que en el futuro puedan evitarse sucesos análogos. Los informes se archivarán según un método normalizado para facilitar su análisis y prevención. Para facilitar la comparación de los índices de lesiones entre diversas situaciones, es útil identificar la población laboral dentro de la cual se produce una lesión, y las horas de trabajo de ese grupo, para calcular un índice de lesiones (p. ej., el número de lesiones por hora trabajada o el número de horas trabajadas entre lesiones sucesivas). Los trabajadores y supervisores reciben formación e instrucción en materia de seguridad. Esta instrucción consiste en la enseñanza de los principios generales de seguridad y salud, está integrada en la formación ocupacional, es específica para cada obra e incluye los procedimientos a seguir en casos de accidente o lesiones. La educación y formación de trabajadores y supervisores es parte esencial de cualquier intento de evitar lesiones y enfermedades. En muchos países, la formación relativa a procedimientos y prácticas de trabajo seguras es impartida por algunas empresas y organizaciones sindicales. Estos procedimientos incluyen el corte y desconexión de las fuentes de suministro eléctrico durante los trabajos de mantenimiento, el uso de cuerdas de amarre cuando se trabaja en altura, la entibación de zanjas, el establecimiento de superficies de paso seguras, etc. Es asimismo importante impartir formación específica para cada obra, que cubra aspectos particulares de la misma, tales como medios de acceso y salida. 
Deberá también incluirse la formación y la instrucción acerca de sustancias peligrosas. Para inspirar un comportamiento seguro siempre resulta mucho más eficaz la formación práctica, demostrando que se conocen las prácticas de seguridad, que las enseñanzas en clase y los exámenes escritos. En Estados Unidos, una ley federal exige la formación en torno a ciertas sustancias nocivas. 
En Alemania, esta misma preocupación condujo al desarrollo del programa Gefahostoff, informationssystem der Berufsgenossenschaften der Bauwirtschaft o GISBAU, que coopera con los fabricantes para determinar el contenido de todas las sustancias utilizadas en las obras de construcción. Asimismo, el programa facilita la información acomodándola a las diferentes necesidades del personal sanitario, directivos y trabajadores. La información puede obtenerse a través de cursos de formación, en publicaciones impresas y en los terminales de ordenador a pie de obra. GISBAU aconseja sobre la manera de sustituir ciertas sustancias nocivas e indica el modo de manejar otras con seguridad. (Véase el Capítulo Empleo, almacenaje y transporte de sustancias químicas.) 
La información sobre riesgos químicos, físicos y de otras clases está disponible en la obra en los idiomas propios de los trabajadores. Si se espera que los trabajadores se comporten inteligentemente en la obra, será preciso que tengan la información necesaria para tomar decisiones en situaciones específicas. Y finalmente, los contratos entre contratistas y subcontratistas deben incluir cláusulas de seguridad. Entre ellas se podría incluir el establecimiento de una organización de seguridad unificada en obras en las que trabajen varias empresas, la especificación de requisitos a cumplir, primas y penalizaciones.

martes, 12 de noviembre de 2013

Gestión para un trabajo seguro en la construcción

Los programas de seguridad efectivos tienen varios rasgos comunes, que se manifiestan en el conjunto de la organización, desde los cargos más altos de un contratista general hasta los directores de proyecto, supervisores, representantes sindicales y trabajadores a pie de obra. Los códigos de práctica se llevan a cabo y se evalúan a conciencia. Se calculan los costes de enfermedad y lesiones y se mide el rendimiento; los que cumplen son recompensados, los que no, son penalizados. La seguridad es parte integrante de los contratos y los subcontratos. Todo el mundo, sin excepción —gerentes, supervisores y trabajadores— recibe la formación pertinente, general, específica para la obra y el reciclaje que pueda ser necesario. Los trabajadores inexpertos reciben formación en la obra a cargo de los trabajadores veteranos. En los proyectos en que se ponen en práctica estas medidas, los índices de lesiones son notablemente inferiores a los de otros centros similares.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Coste de las lesiones y enfermedades

Las lesiones y enfermedades laborales en la construcción son muy costosas. Las estimaciones del coste de las lesiones en la construcción en Estados Unidos oscilan entre 10 y 40 millardos de dólares anuales (Meridian Research 1994); tomando un valor medio de 20 millardos, el coste por trabajador de la construcción ascendería a 3.500 dólares al año. A mediados de 1994, las indemnizaciones pagadas a los trabajadores de tres oficios —carpinteros, albañiles y trabajadores de carpintería metálica— representaron una media del 28,6 % de las nóminas, en todo el país (Powers 1994). Las primas del seguro varían mucho según la especialidad y la jurisdicción. El coste medio de las primas es varias veces más elevado que en la mayoría de los países industrializados, en los que las primas del seguro de accidentes de los trabajadores oscilan del 3 al 6 % de la nómina. Además del seguro de accidentes, existen las primas del seguro de responsabilidad civil y otros costes indirectos, incluyendo la pérdida de rendimiento de los equipos de trabajo, la limpieza (de un desprendimiento de tierras, de un hundimiento, por ejemplo) o las horas extraordinarias ocasionadas por una lesión. Estos costes indirectos pueden representar varias veces el importe de la indemnización por accidente pagada a los trabajadores.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Lesiones y enfermedades en la construcción - II

Lesiones causantes de pérdidas de tiempo o incapacidades En Estados Unidos y Canadá, las causas más comunes de lesiones con pérdida de jornadas de trabajo son los esfuerzos violentos; golpes recibidos por objetos; las caídas a un nivel inferior, y los resbalones, traspiés y caídas en el mismo nivel. La categoría de lesión más corriente la constituyen las roturas y esguinces, algunos de los cuales son el origen de dolores y afecciones crónicas. Las actividades más asociadas con lesiones con pérdida de jornadas son el manejo y colocación manuales de materiales (p. ej., colocación de tabiquería seca, tuberías o conductos de ventilación). Los accidentes por desplazamientos (andar, subir, descender) son también comunes. La causa subyacente de muchas de estas lesiones es la falta de limpieza. Muchos resbalones, traspiés y caídas son causados por andar por encima de los escombros de la construcción. 
  Tabla 93.3 • Profesiones de la construcción con índices de mortalidad (SMR) e índices de incidencia (SIR) significativamente superiores a los normales por causas diversas.
* Los cánceres o causas de muerte son significativamente más numerosos que en las demás profesiones combinadas. “Otros accidentes” incluye las lesiones laborales típicas. a. El riesgo relativo de contraer cáncer de laringe entre los hormigonadores, comparado con el de los carpinteros, es 3 veces mayor. b. El riesgo relativo de contraer cáncer de pulmón entre los hormigonadores, comparado con el de los carpinteros, es casi el doble. Fuente: Engholm y Englund 1995.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Lesiones y enfermedades en la construcción - I

Lesiones mortales 
Dado que la construcción comprende una gran proporción de la población activa, las muertes en la construcción también afectan a una población considerable. En Estados Unidos, por ejemplo, la construcción representa del 5 al 6 % de la población activa, pero da cuenta del 15 % de muertes laborales, más que cualquier otro sector. El sector de la construcción en Japón representa el 10 % de la población activa, pero es responsable del 42 % de muertes por causas laborales; en Suecia, las cifras son el 6 % y el 13 %, respectivamente. Las lesiones mortales más comunes en Estados Unidos se deben a caídas (30 %), accidentes de tráfico (26 %), contacto con objetos o maquinaria (p. ej., ser golpeado por un objeto, o resultar atrapado por maquinaria o materiales) (19 %) y exposición a sustancias dañinas (18 %), la mayoría de las cuales (75 %) son electrocuciones por contacto con cables eléctricos, tendidos eléctricos, maquinaria o herramientas con motor eléctrico. Estos cuatro tipos de sucesos son los responsables de la casi totalidad (93 %) de las lesiones mortales registradas entre trabajadores de la construcción en Estados Unidos (Pollack et al. 1996). Por oficios, en Estados Unidos, la proporción de lesiones mortales más elevada se da entre los trabajadores de carpintería metálica (118 muertes por 100.000 jornadas completas de trabajo para 1992-1993, frente a 17 por 100.000 en el resto de oficios juntos) y de ellas el 70 % de las muertes de trabajadores de carpintería metálica se debió a caídas. Entre los peones se experimentó el mayor número de muertes, con un promedio anual de unas 200. En términos generales, la proporción de muertes fue mayor entre los trabajadores de 55 años o más. La proporción de muertes por tipo de suceso varió según el oficio. Entre los supervisores, las caídas y los accidentes de tráfico causaron el 60 % del total. Entre los carpinteros, pintores, techadores y carpinteros metálicos, las más comunes fueron las caídas, representando el 50, 55, 70 y 69 % de la mortalidad en estos oficios, respectivamente. Entre los ingenieros de mantenimiento y los maquinistas de excavadoras, la causa más común la constituyeron los accidentes de tráfico, que originaron el 48 y 65 % de las muertes en esos oficios, respectivamente. La mayoría de ellos estaban asociados con los camiones volquete. Las muertes por zanjas con pendientes insuficientes o mal apuntaladas siguen siendo una causa de mortalidad importante (McVittie 1995). Los riesgos primarios en los oficios especializados se relacionan en la Tabla 93.2. Un estudio efectuado entre los trabajadores de la construcción suecos no mostró una tasa de mortalidad general elevada relacionada con el trabajo, pero mostró altas tasas de mortalidad por condiciones específicas (véase la Tabla 93.3).

viernes, 8 de noviembre de 2013

Instalaciones sanitarias y comedores

Figura 93.3 • Trabajador de la construcción en Nairobi,Kenya, sin casco ni calzado de protección.
La falta de instalaciones sanitarias y comedores también puede contribuir al aumento de las exposiciones. 
A menudo, los trabajadores no se pueden lavar antes de las comidas y tienen que comer en el tajo, lo que significa que, inadvertidamente, pueden ingerir sustancias tóxicas que transmiten de sus manos a la comida o a los cigarrillos. La falta de vestuarios en una obra puede ocasionar el traslado de las sustancias contaminantes desde la obra al hogar del trabajador.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Reducción de la concentración de la exposición

Para reducir la concentración de la exposición conviene considerar la fuente, el entorno en que se produce un riesgo y los trabajadores expuestos al mismo. Como regla general, cuanto más próximos a la fuente sean los controles, más eficaces serán y mejor resultado darán. Tres son los tipos de controles que se pueden utilizar para reducir la concentración de los riesgos en el trabajo. Estos son, siguiendo el orden de mayor a menor eficacia: 
• controles de ingeniería en la fuente 
• controles medioambientales que eliminan el riesgo del entorno 
• protecciones personales facilitadas al trabajador 
Controles de ingeniería 
Los riesgos se originan en una fuente. La manera más eficiente de proteger a los trabajadores de los riesgos es cambiar la fuente primaria con algún cambio tecnológico. Por ejemplo, una sustancia más peligrosa puede ser sustituida por una menos peligrosa. El amianto puede ser sustituido por fibras de vidrio sintéticas no inspirables, y los disolventes orgánicos de las pinturas pueden ser sustituidos por agua. De igual modo, abrasivos sin sílice pueden reemplazar a la arena en el decapado abrasivo (también denominado chorreo de arena). O se puede cambiar a fondo un proceso, tal como sustituir los martillos neumáticos por martillos de impacto que originan menos ruido y vibraciones. Si al serrar o al taladrar se genera polvo, partículas o ruidos, estos procesos se pueden realizar cortando con cizallas o mediante punzonamiento. Las mejoras tecnológicas reducen los riesgos de algunos problemas musculosqueléticos y otros problemas de salud. Muchos de los cambios son sencillos, por ejemplo, un destornillador a dos manos con un mango más largo aumenta el par de torsión en el objeto y reduce la fatiga en las muñecas. 
Controles medioambientales Los controles medioambientales se utilizan para eliminar una sustancia peligrosa del entorno, si es portada por el aire, o para protegerse de la fuente, si se trata de un riesgo físico. En un trabajo determinado se puede usar un sistema extractor local (SEL) a base de una campana y un conducto de ventilación para recoger los humos, vapores o el polvo. Sin embargo, puesto que la ubicación de las tareas que emiten materiales tóxicos es variable, y como la estructura también cambia, cualquier SEL tendrá que ser móvil y flexible para adaptarlo a esos cambios. Colectores de polvo con ventiladores y filtros montados sobre ruedas, fuentes de energía autónomas, conductos flexibles y suministros de agua móviles se han utilizado en muchas obras para asegurar la extracción en una serie de procesos generadores de riesgos. Un método sencillo y eficaz de controlar la exposición a riesgos físicos por radiaciones (ruido, radiación ultravioleta (UV) por soldadura al arco, radiación infrarroja (IR), calor irradiado por objetos calientes) consiste en protegerse de ellos con algún material adecuado. Las planchas de contrachapado protegen de las radiaciones IR y UV, y un material fonoabsorbente o fonorreflectante proporcionará cierta protección de las fuentes de ruido. Las fuentes principales de fatiga por calor son el clima y el trabajo físico. Los efectos adversos de la fatiga térmica pueden evitarse mediante reducciones de la carga de trabajo, provisión de agua y pausas adecuadas a la sombra y, tal vez, trabajando de noche. 
Protección individual 
Cuando los controles de ingeniería o los cambios de prácticas de trabajo no bastan para proteger a los trabajadores adecuadamente, éstos pueden necesitar un equipo de protección individual (EPI) (véase la Figura 93.3). Para que tal equipo sea eficaz, los trabajadores deberán ser instruidos en su uso, y el equipo debe acoplarse perfectamente, y asimismo ha de ser revisado y mantenido en buen estado. Además, si otras personas que están en la proximidad pueden estar expuestas al riesgo, deben ser protegidas o se debe impedir su acceso a la zona. El uso de ciertos equipos personales puede originar problemas. Por ejemplo, los trabajadores de la construcción, a menudo, trabajan en equipo y por ello tienen que comunicarse entre sí, pero el empleo de máscaras respiratorias dificulta la comunicación. El uso de ropa protectora de cuerpo entero puede contribuir a la fatiga por calor, por su pesadez y por no permitir la disipación del calor corporal. La posesión de equipos de protección sin conocer sus limitaciones también puede crear la ilusión en los trabajadores o en las empresas de que los trabajadores están protegidos cuando la realidad es que, en ciertas condiciones de exposición, no lo están. Por ejemplo, corrientemente no hay guantes que protejan más de 2 horas contra el cloruro de metileno, un ingrediente común para arrancar pinturas. Tampoco hay suficientes datos acerca de la protección que los guantes ofrecen contra mezclas de disolventes como las que contienen a la vez acetona y tolueno o metanol y xileno. El nivel de protección depende de la forma de utilización del guante. Además, los guantes suelen ensayarse con una sola sustancia química a la vez, y raramente durante más de 8 horas.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Control de los riesgos laborales

La medición y evaluación de la exposición a los riesgos laborales requiere tener en cuenta el modo peculiar en que se produce la exposición de estos trabajadores. Las mediciones y los límites de exposición en la higiene industrial convencional se basan en promedios de jornadas de 8 horas. Pero dado que las exposiciones en la construcción son habitualmente breves, intermitentes, variadas pero de probable repetición, tal tipo de mediciones y límites de exposición no son tan útiles como en otros trabajos. La medición de la exposición puede basarse en tareas mejor que en turnos de trabajo. De acuerdo con este enfoque, se pueden identificar tareas distintas y los riesgos característicos de cada una de ellas. Una tarea es una actividad limitada, como la soldadura, el lijado de cartón-yeso, la pintura, la instalación de fontanería, etc. Si las exposiciones se caracterizan por tareas, deberá ser posible desarrollar un perfil de exposición para un trabajador individual con conocimiento de las tareas que realicen o que se realicen tan próximas a él que puedan provocar una exposición. A medida que aumenta el conocimiento de la exposición basada en las tareas, es posible desarrollar controles basados en las mismas. 
La exposición varía con la concentración del riesgo y la frecuencia y duración de la tarea. Como enfoque general del control de riesgos, es posible reducir la exposición reduciendo la concentración o la duración o frecuencia de la tarea. Dado que la exposición en la construcción es intermitente de por sí, los controles administrativos que se basan en reducir la frecuencia o la duración de la exposición son menos prácticos que en otras industrias. Por consiguiente, la manera más eficaz de reducir la exposición consiste en reducir la concentración de riesgos. Otros aspectos importantes del control de la exposición incluyen la disponibilidad de instalaciones sanitarias y de comedor, y la educación y formación.

martes, 5 de noviembre de 2013

Evaluación de la exposición

Para evaluar la exposición, tanto primaria como pasiva, se requiere conocer las tareas que se realizan y la composición de los ingredientes y de los subproductos asociados con cada trabajo o tarea. Generalmente, este conocimiento existe en alguna parte (p. ej., hojas de datos de seguridad de los materiales, las HDSM), pero puede no estar disponible en obra. Gracias al continuo desarrollo de la tecnología de las comunicaciones y la informática, es relativamente fácil obtener tal información y ponerla al alcance de todos.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Riesgos de la construcción - V

Figura 93.1 • Trabajador portando una carga sin ropa niequipo de trabajo adecuados.
Riesgos sociales Los riesgos sociales provienen de la organización social del sector. La ocupación es intermitente y cambia constantemente, y el control sobre muchos aspectos del empleo es limitado, ya que la actividad de la construcción depende de muchos factores sobre los cuales los trabajadores no tienen control, tales como el estado de la economía o el clima. 
A causa de los mismos, pueden sufrir una intensa presión para ser más productivos. Debido a que la mano de obra cambia continuamente, y con ella los horarios y la ubicación de los trabajos, y también porque muchos proyectos exigen vivir en campamentos lejos del hogar y de la familia, los trabajadores de la construcción pueden carecer de redes estables y fiables que les proporcionen apoyo social. Ciertas características del trabajo de la construcción, como las pesadas cargas de trabajo, un control y apoyo social limitados son los factores más asociados con el estrés en otras industrias. Estos riesgos no son exclusivos de ningún oficio, pero son comunes a todos los trabajadores de la construcción en una u otra forma.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Riesgos de la construcción - IV

Figura 93.2 • Andamio inseguro en Katmandú,Nepal, 1974.
Riesgos biológicos Los riesgos biológicos se presentan por exposición a microorganismos infecciosos, a sustancias tóxicas de origen biológico o por ataques de animales. Por ejemplo, los trabajadores en excavaciones pueden desarrollar histoplasmosis, que es una infección pulmonar causada por un hongo que se encuentra comúnmente en el terreno. 
Dado que el cambio de composición de la mano de obra en cualquier proyecto es constante, los trabajadores individuales puede entrar en contacto con otros y, de resultas de ello, pueden contraer enfermedades contagiosas —gripe o tuberculosis, por ejemplo—. Los trabajadores también pueden estar expuestos al riesgo de contraer la malaria, fiebre amarilla o la enfermedad de Lyme si el trabajo se desarrolla en zonas en la que estos organismos y los insectos portadores son frecuentes. 
Las sustancias tóxicas de origen vegetal provienen de la hiedra venenosa, arbustos venenosos, zumaque y ortigas venenosas, que causan sarpullidos en la piel. El serrín de algunas maderas puede producir cáncer, y existen otras (p. ej., la del cedro rojo occidental) que causan alergias. Los ataques por animales son raros, pero se pueden producir cuando un proyecto de construcción les causa molestias o invade su hábitat. Aquí se pueden incluir las avispas, abejorros, hormigas rojas, serpientes y muchos otros. Los trabajadores bajo el agua pueden sufrir el riesgo de ataques por tiburones y otras especies de peces.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Riesgos de la construcción - III

Tabla 93.2 • Riesgos primarios en oficios especializados de construcción. Cada oficio aparece incluido en la lista con la indicación de los riesgos primarios a los que un trabajador de ese oficio se puede ver expuesto. La exposición puede afectar por igual a los supervisores y a los trabajadores. No aparecen en la relación los riesgos comunes a casi todos los subsectores de la construcción —el calor, los factores de riesgo causantes de trastornos musculosqueléticos o la fatiga—. La clasificación de oficios de la construcción recogida aquí equivale a la adoptada en Estados Unidos. Incluye los oficios de la construcción de acuerdo con la clasificación establecida en el sistema de Clasificación Normalizada de Profesiones desarrollado por el Departamento de Comercio de Estados Unidos. Este sistema clasifica los oficios de acuerdo con las principales cualificaciones que implican.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Riesgos de la construcción - II

Riesgos físicos 
Los riesgos físicos se encuentran presentes en todo proyecto de construcción. Entre ellos se incluyen el ruido, el calor y el frío, las radiaciones, las vibraciones y la presión barométrica. A menudo, el trabajo de la construcción se desarrolla en presencia de calores o fríos extremos, con tiempo ventoso, lluvioso, con nieve, niebla o de noche. También se pueden encontrar radiaciones ionizantes y no ionizantes, y presiones barométricas extremas. La maquinaria que ha transformado la construcción en una actividad cada vez más mecanizada, también la ha hecho mucho más ruidosa. 
El ruido proviene de motores de todo tipo (vehículos, compresores neumáticos y grúas), cabrestantes, pistolas de remaches, de clavos, para pintar, martillos neumáticos, sierras mecánicas, lijadoras, buriladoras, aplanadoras, explosivos, etc. 
El ruido está presente en los proyectos de demolición por la misma naturaleza de su actividad. Afecta no sólo al operario que maneja una máquina que hace ruido, sino también a todos los que se encuentran cerca y, no sólo causa pérdida de audición producida por el ruido, sino que enmascara otros sonidos que son importantes para la comunicación y la seguridad. Los martillos neumáticos, muchas herramientas de mano y la maquinaria de movimiento de tierras y otras grandes máquinas móviles también someten a los trabajadores a vibraciones en todo el cuerpo o en una parte del mismo. Los riesgos derivados del calor o del frío surgen, en primer lugar, porque gran parte del trabajo de construcción se desarrolla a la intemperie, que es el principal origen de este tipo de riesgos. 
Los techadores están expuestos al sol, a menudo sin ninguna protección, y muchas veces han de calentar recipientes de alquitrán, recibiendo, por ello, fuertes cargas de calor por radiación y por convección que se añaden al calor metabólico producido por el esfuerzo físico. Los operadores de maquinaria inadecuadas o de esfuerzos violentos (véase la Figura 93.1). Las caídas debidas posiciones inestables, huecos sin protección y resbalones en andamios (véase la Figura 93.2) y escaleras son muy corrientes.

Riesgos de la construcción - I

Al igual que en otros trabajos, los riesgos de los trabajadores de la construcción suelen ser de cuatro clases: químicos, físicos, biológicos y sociales. 
Riesgos químicos A menudo, los riesgos químicos se transmiten por el aire y pueden presentarse en forma de polvos, humos, nieblas, vapores o gases; siendo así, la exposición suele producirse por inhalación, aunque ciertos riesgos portados por el aire pueden fijarse y ser absorbidos a través de la piel indemne (p. ej., pesticidas y algunos disolventes orgánicos). Los riesgos químicos también se presentan en estado líquido o semilíquido (p. ej., pegamentos o adhesivos, alquitrán) o en forma de polvo (cemento seco). El contacto de la piel con las sustancias químicas en este estado puede producirse adicionalmente a la posible inhalación del vapor, dando lugar a una intoxicación sistémica o una dermatitis por contacto. Las sustancias químicas también pueden ingerirse con los alimentos o con el agua, o pueden ser inhaladas al fumar. Varias enfermedades se han asociado a los oficios de la construcción, entre ellas: 
• silicosis entre los aplicadores del chorros de arena, excavadores en túneles y barreneros 
• asbestosis (y otras enfermedades causadas por el amianto) entre los aplicadores de aislamientos con amianto, instaladores de sistemas de vapor, trabajadores de demolición de edificios y otros. 
• bronquitis entre los soldadores 
• alergias cutáneas entre los albañiles y otros que trabajan con cemento 
• trastornos neurológicos entre los pintores y otros oficios expuestos a los disolventes orgánicos y al plomo. Se han encontrado tasas de mortalidad elevadas por cáncer de pulmón y del aparato respiratorio entre los manipuladores de aislamientos con amianto, los techadores, los soldadores y algunos trabajadores de la madera. 
La intoxicación por plomo se produce entre los restauradores de puentes y los pintores, y la fatiga por calor (debido al uso de trajes de protección de cuerpo entero) entre los que limpian los vertederos de basuras y los techadores. La enfermedad de los dedos blancos (síndrome de Raynaud) aparece entre algunos operadores de martillos neumáticos y otros trabajadores que manejan perforadoras que producen vibraciones (p. ej., las perforadoras usadas en la excavación de túneles). El alcoholismo y otras enfermedades relacionadas con el alcohol son más frecuentes de lo que cabría esperar entre los trabajadores de la construcción. No se han identificado causas laborales específicas, pero es posible que ello guarde relación con el estrés originado por la falta de control sobre las posibilidades de empleo, las fuertes exigencias del trabajo, o el aislamiento social debido a unas relaciones laborales inestables.